—¡Huian! —Xiao Bai estaba muy preocupada al ver que Luo Huian había usado en realidad un arreglo tan complicado para bloquearlos tanto a ellos como a los inmortales. Quería romperlo pero temía que si lo hacía, quien sufriría la represalia sería Luo Huian.
Luo Huian escuchó a Xiao Bai pero no se detuvo. En lugar de eso, aceleró y se apresuró a entrar en el ascensor, con la esperanza de que todo saliera bien. Se agarró el pecho y respiró pesadamente mientras sentía todo tipo de pecados apresurados y clamando por tomar control de su cuerpo.
Avaricia, glotonería y muchos más.
Luo Huian solo podía cerrar los ojos y jadear pesadamente, esperando que fuera la glotonería la que tomara control de ella para así poder resolver este asunto con el servicio a la habitación.
—¡An An! —Sus pupilas se sacudieron cuando escuchó esa voz baja y áspera seguida por un olor tentador.
Ding.