Eso era una tontería

Da'kea esperó hasta que la puerta se cerró antes de voltear hacia los otros machos conscientes en la habitación. —Ella tiene un punto. Nada de eso fue normal —dijo suavemente—. Estaba listo para matarlos solo por estar en la misma habitación que ella. Nunca había sentido ese nivel de ira antes.

—Me alegra saber que no fui el único —murmuró Au'dtair—. Alejándose de la pared, fue a pararse sobre Vraev'ox —. Pero ya no lo siento más.

—Tengo una teoría —dijo Jun Li por los altavoces—. Creo que podría tener algo que ver con el hecho de que la habías marcado con tu olor, y luego no podías olerla.

—Explica, por favor —dijo Da'kea—. Necesitaba una respuesta lógica a esa ira y pérdida de control. Era la única manera en que podía pensar para no experimentarlo nuevamente.

—Habías marcado esencialmente tu territorio, y tan pronto como lo hiciste, desapareció —señaló Jun Li con indiferencia.