Mi Valor

Me fiaba, si esa era la palabra a usar, de que Raguk manejaría las cosas correctamente, a su manera. No querría que alguien se interpusiera en mi forma de hacer las cosas, y traté de extender esa cortesía a los demás machos.

—Creo que te he despedido —dijo Raguk, claramente sin importarle que esta mujer fuera una princesa. Eh. ¿Eso lo hacía más alto o más bajo en la cadena alimenticia? —Vete. Ahora.

La Uugazt hembra ignoró a Raguk y en cambio volvió su ira hacia mí.

¿Tal vez pensaba que yo era el mal menor? ¿La presa más fácil? No estaba del todo segura. Una cosa que sí sabía era que esto no iba a convertirse en una pelea de gatas.