Lo Sabía

—Lo sabía —la voz de Luca llevaba un tono burlón mientras salía de la cocina al vacío salón del restaurante. Su sonrisa era tan segura como siempre, sus manos limpiaban casualmente una toalla impecable—. Sabía que no podrías resistirte a mi buena apariencia y volverías a verme tan pronto.

—Si la gente viniera aquí por tu apariencia, estarías en bancarrota, Chef Luca —replicó Serena con agudeza juguetona, negando con la cabeza, sus labios curvándose en una leve sonrisa burlona mientras cruzaba los brazos—. Vine aquí a comer, no a admirar.