Karting

—Esto va a ser tan divertido —Chi Lian sonreía como una lámpara con bombilla nueva. Ante ella, había una enorme pista interior donde un montón de adultos corrían en coches muy pequeños y gritaban como locos por miedo o por diversión.

—¿Segura que quieres hacer esto? —le preguntó Muyang.

—Mira mi sonrisa Muyang, ¿parece que tenga dudas? —Ella se volvió hacia él y dijo.

Muyang sonrió y negó con la cabeza, nunca en su vida había ido a correr en karts. Pensaba que era una actividad infantil pero si a ella le hacía feliz, él la complacería.

—Mira, incluso nuestro hijo se lo está pasando en grande —señaló en dirección al pequeño monje que montaba en un kart controlado por control remoto que era operado por Yichen con Yuze y Bolin animando desde un lado.

—No puedo creer que esos tres insistieran en venirse con nosotros a nuestra cita. Necesitan conseguir su propia vida —Muyang estaba bastante exasperado y ligeramente molesto.