Su intuición dio sus frutos.

—Chi Lian rodó los ojos y le dio un golpecito en el hombro a Muyang. En su mente se preguntaba qué había llevado a Muyang a esa conclusión. ¿Pensaba que era tan frágil como una muñeca rellena de algodón que se rompe fácilmente si se tira demasiado fuerte?

—Mirándolo con los brazos cruzados sobre su pecho le preguntó —Jun Muyang, ¿has olvidado que ambos tomamos el suero de edición genética? Por más fuerte que seas, puedo igualarte fácilmente. Hemos estado entrenando mucho y aprendiendo a controlar nuestra fuerza. Si no hemos lastimado a las personas que nos rodean, entonces ciertamente no nos lastimaremos el uno al otro.

—Chi-Chi—la llamó con una voz que le suplicaba que lo entendiera.

—¿Quieres batallar para probar tu teoría de cuán frágil soy? —ella le preguntó con fiereza en sus ojos—. ¿Debería encontrar algo para romper también para que creas en mis palabras?

—Ella miró alrededor de su oficina buscando algo sin importancia que pudiera destruir con pocas o ninguna consecuencia.