Sacar la basura

Muyang estaba mirando unas fotografías que le había entregado Wenzhe en cuanto se subió al coche. Fruncía el ceño, sus ojos eran intensamente feroces y la pequeña vena en el lado de su cuello palpitaba.

—¿Es esto todo lo que tenía encima? —preguntó a Wenzhe.

Wenzhe asintió con entusiasmo —Sí, joven maestro, lo atrapamos antes de que pudiera entregar las fotografías a un periodista. También hay un video en la memoria USB, lo escuché decirlo claramente, pero no lo he visto —explicó.

Muyang estaba tan enojado que apretó el puño y también las fotografías en sus manos.

—Así que este bastardo no estaba satisfecho con visitar la oficina de mi esposa, también está reuniéndose con periodistas de redes rivales y entregándoles fotos viejas como esta —se burló fríamente.

—Lo interceptamos antes de que pudiera reunirse con el periodista, joven maestro. Puede estar seguro de que aún no ha salido nada sobre la señora —dijo rápidamente Wenzhe.