El interesante PD Rao

Las delicadas tazas de porcelana se hicieron añicos al momento de tocar el suelo de baldosas, algunas se rompieron por completo. El té caliente se elevó y cayó sobre las piernas de Shi Li, haciendo que ella se retorciera de dolor. Era innegable lo emocionada que estaba Shu Li de ver a Haena tan de cerca, porque incluso con el ardor del té caliente que le hacía fruncir el ceño, aún seguía lanzando nerviosas miradas hacia la celebridad en la sala.

—Shu Li —Chi Lian llamó con voz preocupada.

—Lo siento jefe, lo siento mucho, limpiaré esto de inmediato —su voz sonaba llorosa.

—Ve y cuida primero de tus piernas, pasa por un hospital y verifica si hay algún daño.

—No jefe, puedo limpiar, mis piernas están bien —Shu Li insistió recogiendo los pedazos rotos de las tazas.