Los movimientos caóticos del coche oscilante captaron la atención de los transeúntes preocupados en la calle. Preocupados por la seguridad de los pasajeros y peatones, marcaron rápidamente a los servicios de emergencia, pidiendo ayuda.
A pesar de la pérdida momentánea de control, el conductor logró recuperar su agarre en el volante. Sin embargo, Amy, impulsada por su determinación de escapar, aprovechó la oportunidad. Con su mano izquierda, agarró firmemente el cabello del conductor, ejerciendo presión para distraerlo.
Simultáneamente, usando su mano derecha, sujetó con fuerza el cabello del hombre en el asiento delantero, chocando sus cabezas con fuerza. El impacto desorientó a ambos hombres, provocando que el coche oscilase una vez más en medio de la carretera concurrida, intensificando el alboroto y atrayendo aún más la atención de los espectadores preocupados.