Su Valentía

La vista de Amy llorando en los brazos de Henry, con los brazos y la cara magullados, su cabello despeinado y la ropa arrugada, evocó una mezcla de emociones en los espectadores. Se llenaron de tristeza y alegría al mismo tiempo porque ella había tenido que luchar por sí misma hace un rato, pero estaban asombrados por las habilidades y el coraje que había demostrado durante el incidente.

Los testigos, incluyendo al personal de la tienda y los clientes, así como los peatones cercanos, habían observado cómo se desarrollaban los eventos. Sin embargo, permanecieron inmóviles por la conmoción, no por miedo, sino por la admiración y el asombro ante las excepcionales habilidades de lucha de Amy.