Chillido en éxtasis

Fue un día largo para todos. Sandra y Amy decidieron contratar a unos terapeutas de masaje después de llegar a casa para relajar sus doloridos músculos después de un día entero de asistir a su personal y clientes en Belloría. A pesar de los diversos desafíos, el lanzamiento resultó ser un triunfo, superando los logros de sus tres sucursales anteriores y emergiendo como la más exitosa hasta ahora.

Mientras ambas disfrutaban de un masaje relajante, Sandra comentó —Cuando lo pienso, prima, lograste transformar un desastre en un éxito. Realmente has recorrido un largo camino, y no podría estar más orgullosa. Estoy segura de que el Tío y la Tía, mirando desde el Cielo, también comparten ese orgullo.

—¿De verdad lo crees? —Amy se rió—. No podría desear algo más que eso. Si todavía estuvieran aquí, solo puedo imaginar lo sorprendidos que estarían. Después de todo, siempre seré su niña pequeña, como mi papá nunca deja de recordarme.