Las manos de Ash, originalmente colocadas en las caderas de Ava, se mueven gradualmente hacia arriba, deslizándose suavemente dentro de su camisa para acariciar sus costados. Mientras comparten besos, Ava siente el calor de sus manos y responde con una sonrisa. Ella nota su creciente excitación presionada contra ella, y es una sensación que encuentra bastante placentera.
Ava movió su cadera más cerca de la de Ash, guiándola deliberadamente hacia abajo para sentir íntimamente su dureza. Percibiendo una reacción, ella comenzó a mover su cadera en un movimiento circular y de arriba hacia abajo, presionando su feminidad contra la de él en un ritmo apasionado.
Las manos de Ash sujetan firmemente su costado y espalda, aplicando una presión más intensa sobre su piel, haciendo que su respiración se acelere. No es sofocación lo que la afecta, sino más bien el creciente deseo y lujuria en su cuerpo.