Amy espera pacientemente en la sala de espera mientras el equipo médico trabaja diligentemente para abordar la condición crítica de Ash, que implica que se está ahogando en su propia sangre. Anteriormente, el médico les había informado que la condición de Ash empeoraría a medida que avanzara su enfermedad terminal.
Cuando llegó esta etapa crítica, en el momento en que lo admitieron en el hospital, Ash no podría salir sin firmar una renuncia. Sin embargo, Ash y Amy ya habían discutido este asunto. Ambos llegaron a un acuerdo de que Ash permanecería en la granja de Amy y no soportaría sus últimos momentos confinado a una cama de hospital.
Amy miraba fijamente al suelo. Estaba tan perdida y confundida. El incidente de anoche con Tom cruzó por su mente y no sabe qué hará al respecto.
«No, no puedo lidiar con él ahora mismo. Ash me necesita más y tengo que concentrarme en él por ahora», pensó Amy.
—¡Mami!