Capítulo 415:

Los ojos de Narak se entrecerraron ante las palabras de Su Jiyai, la sospecha aún perduraba en su mirada. Recordó al grupo de humanos que habían atacado su territorio, su arrogancia y crueldad al afirmar falsamente que representaban al Jefe Su. Sus mandíbulas se apretaron y un gruñido resonó desde lo profundo de su garganta.

—Entiendo —dijo, su voz baja y peligrosa—. Entonces, eran traidores, intentando provocar conflicto entre nosotros.

Su Jiyai asintió, su expresión seria.

—Exactamente. Querían enfrentarnos, convertirnos en enemigos. Pero te estoy ofreciendo un camino diferente, uno que beneficie a ambos. Si quieres vengarte de aquellos que te perjudicaron, no me interpondré en tu camino. Solo recuerda, ellos no me representan a mí ni a mi pueblo.

Los labios de Narak se torcieron en una sonrisa cruel.

—Me aseguraré de que paguen por sus mentiras. Pero recuerda, Jefe Su, tu promesa aún sigue vigente. Si no cumples, mi paciencia se agotará y vendré por ti.