Capítulo 470: Venganza

Sus delgadas rodillas presionaron hacia abajo, y de inmediato, sangre fresca comenzó a gotear de los cortes.

Pero no emitió ningún sonido. Se mordió el labio lo suficientemente fuerte como para hacer sangre, tratando desesperadamente de mantenerse erguido incluso cuando su cuerpo entero temblaba.

Los guardias se reían, burlándose de él, lanzándole guijarros a la cabeza cada vez que se balanceaba.

Las uñas de Su Jiyai se clavaban en sus palmas. La rabia hervía dentro de ella, pero no podía moverse, no podía alcanzarlo todavía.

La escena cambió nuevamente.

Ahora, su hermano estaba amarrado a una fría mesa de metal.

Un hombre con bata blanca se inclinó sobre él, sosteniendo una gruesa jeringa llena de un extraño líquido brillante.

El niño luchaba débilmente, pero las correas de cuero le sujetaban los brazos y las piernas.

Sin vacilación, el hombre clavó la aguja en su delgado brazo.

El niño gritó, agudo y fuerte, mientras el líquido quemaba su camino a través de sus venas.