UN BUEN AMIGO

LUO YAN tenía una sonrisa gentil en su rostro cuando preguntó eso, pero Yu Jiao no pudo evitar sentir que él podría atacar directamente a Mo Jian una vez que supiera lo que sucedió. Como una especie de ángel vengador.

Podría parecer todo inocente y dulce, pero eso solo raspa la superficie de quién era realmente. Para sus amigos y familia, era cariñoso y gentil. Pero para las personas que lo ofendían y trataban de lastimar a quienes le importaban, era como un loto negro calculador que no se detenía hasta saldar cuentas.

Yu Jiao miró a este chico aparentemente inofensivo y no pudo evitar sonreír un poco con impotencia. —Si Yan Yan promete que no irás al cuarto del hospital de alguien y los confrontarás directamente, entonces te lo diré.