interpretando a la damisela en apuros

—Hay un poco de eso también —dijo él.

—Adelante, tómala tú mismo, es de larga distancia y puedes quedártela. Pediré otra a Liam —rió a carcajadas y mostró la bolsa mágica que estaba sobre el escritorio.

Kelan parecía sorprendido, pero no se negó, una piedra de comunicación de larga distancia era un activo innegable para poder mantenerse en contacto y pedir ayuda si era necesario, lo que le había pasado podría haberse evitado si hubiera tenido una cuando estaba atrapado.

Y fue bueno que anoche Alan se hubiera tomado el tiempo para contarles todo lo que había sucedido desde que conocía a Kevin, porque de lo contrario realmente se habría sorprendido al ver lo que había dentro de su bolsa mágica.

Maldita sea, cuando pensaba que siempre había estado preocupado por si Alan podía manejarse solo y si no necesitaba ayuda financiera.