—Miguel sonrió con ironía, estos dos acababan de arruinar su momento con Elías, así que ciertamente tampoco tenía intención de contenerse.
—Siempre era el mismo problema con los nuevos Espíritus Guerreros y aquellos que nunca lo habían visto luchar; todos tendían a subestimarlo porque era el único entre ellos que no era un Espíritu Guerrero.
—Pero lo que ellos no sabían y lo que todos aprendieron a su costa era que él había sido quien entrenó a Elías y quien había sido su maestro antes de convertirse en su amante y luego su esposo.
—Hace mucho tiempo y sin embargo, nunca olvidará su primer encuentro; era una época oscura cuando el equilibrio del universo estaba completamente perturbado y los Dioses vivían entre los humanos.
—Siempre había solo un Dios a la vez que afirmaba ser el dueño de su mundo, pero eso no impedía que otros Dioses entraran y aterrorizaran a los habitantes.