Audiencia Judicial —1

—¡Aquí viene el Príncipe Aldric! —se anunció su llegada.

Aldric pensó para sí mismo, burlándose de los débiles mientras era escoltado a la sala de audiencias. Si alguno de ellos tuviera agallas, quizás sus manos no seguirían atadas ni sus poderes suprimidos. Al igual que los humanos, las Hadas de Astaria temían lo que no podían comprender.

No, estaba equivocado. Temían lo que entendían demasiado bien. Bueno, Aldric no podía culparlos del todo. Las hadas oscuras habían cometido numerosas atrocidades durante su reinado. Su legado era uno horroroso que nadie deseaba repetir. Sin embargo, sería injusto juzgar a todos basándose en las acciones de un individuo. Afortunadamente, él estaba presente para demostrar cuán diferente sería su gobierno una vez que asumiera el trono.