Maxi y Aldric estaban a punto de causar destrucción, Islinda podía sentirlo en el aire tenso. Los dioses sabían que no podía permitir que eso sucediera. No mientras ella estuviera. ¿Y si uno de ellos acababa muerto? ¿A quién pretendía engañar? ¿Y si moría Maxi? Aunque Maxi era fuerte, Aldric era el príncipe Fae oscuro. El solo nombre era suficiente para inculcar miedo en cualquier criatura viviente. Aldric era un coloso de poder oscuro. Islinda no podía tener ninguna muerte en su conciencia. Excepto que no tenía precisamente una elección en el asunto.