Rechazarte Como Pareja

—¿Te importaría compartirme un secreto? —la voz de Aldric cortó el silencio como un cuchillo, sus ojos azules glaciales brillaban con un filo peligroso. La garganta de Maxi se secó, su pulso se aceleró por el miedo mientras sus ojos parpadeaban hacia el Cuervo. Aldric lo sabía todo. Sabía que Valerie se había llevado a Islinda. Su compañera estaba con otro macho. Maxi tragó saliva. Estaba condenada.

El cuervo, como si sintiera la tensión en el aire y no quisiera quedar atrapado en medio, alzó vuelo, su partida dejando una escalofriante quietud a su paso mientras Maxi luchaba por encontrar su voz.

—Puedo explicar… —Pero la mirada mortal de Aldric la detuvo en seco y sus pies quedaron anclados al suelo como si el príncipe Fae oscuro la hubiera congelado con una sola mirada. Afortunadamente, su poder invernal estaba contenido, de lo contrario Maxi sería un helado en este momento.