Mientras Valerie se encontraba frente a la celda de Islinda, su atención centrada únicamente en la mujer confinada dentro, una sombra cayó sobre él. Al sentir una presencia detrás de él, se volvió, su mirada fijándose en la figura de un oficial Fae de pie a pocos pasos de distancia. La expresión del oficial pasó de la curiosidad a la sospecha al observar la proximidad de Valerie a la celda.
—¡Tú! ¿Qué estás haciendo, parado ahí mismo? —exigió el oficial, su tono matizado con autoridad.
La mandíbula de Valerie se tensó, un destello de irritación brillando en sus ojos ante la interrupción. Pero al encontrarse con la mirada del oficial, algo cambió. Quizá fue la letal intensidad ardiendo en los ojos de Valerie, o quizá fue el reconocimiento creciente de su linaje real lo que hizo que el oficial titubease, un gasp escapando de sus labios.