Issac irrumpió en su habitación, alivio inundando sus ojos cuando avistó la figura que había estado buscando todo este tiempo. —Maxi, ¿dónde has estado todo este tiempo? Casi pensé... —Sus palabras se desvanecieron mientras observaba la escena frente a él. Sus pertenencias estaban esparcidas sobre la cama, y Maxi estaba apresuradamente metiendo ropa en una bolsa abierta.
Frunció el ceño. —¿Qué estás haciendo ahora mismo? —Su tono era una mezcla de confusión y preocupación, sus ojos fijos en las acciones apresuradas de Maxi.
El aire estaba cargado de tensión, pero la resolución de Maxi permanecía inquebrantable mientras respondía:
—Enviándote lejos mientras aún tienes tiempo.
A pesar de la gravedad de la situación, Maxi no rompía su concentración, sus manos moviéndose rápidamente mientras empacaba sus pertenencias. Su único enfoque estaba en asegurar que su partida fuera rápida y segura.