Aparición Inesperada

—Hola, Islinda —saludó Maxi alegremente, saludando a pesar de su predicamento—. Qué bueno que al fin viniste a visitarnos. Aunque odio decírtelo, ahora no es un buen momento —se rió.

—¿Pero qué demonios, Fae? —Islinda no sabía cuándo las palabras habían salido de su boca, mirando la escena, desconcertada—. ¿En serio? —Se volvió hacia él, con los ojos abiertos y acusadores.

Pero o bien a Aldric no le importaba en lo más mínimo o era el mayor actor que ella había visto jamás. No se inmutó ni había un átomo de arrepentimiento en su expresión. Si algo tenía, era un profundo ceño fruncido, molesto porque ella había arruinado sus planes para los "dos traidores", como les gustaba llamarlos.

Sacudiendo la cabeza con decepción, Islinda se dio cuenta de que no valía la pena iniciar peleas con él. Tenía que ir al rescate de Maxi e Isaac. Y eso hizo. Excepto que Islinda se dio cuenta al final de que no tenía los medios para liberar.