Enséñame La Llama Azul

Valerie soltó un suspiro sobresaltado, sentándose de golpe, solo para ser abrumado por una sensación giratoria en su cabeza. Apretando su cabeza en su palma, intentó entender qué estaba sucediendo.

Lo último que recordaba era haber sucumbido al calor con Derek, lo que significaba que deberían estar muertos. Pero él podía sentir el poder y la sangre corriendo por su cuerpo, el sonido de su corazón latiendo rápidamente y el olor seco y medicinal en el aire. No parecía como si hubiese cruzado al reino de sus ancestros.

El vértigo disminuyó, y Valerie finalmente observó su entorno. Se encontró en una cabaña rudamente construida, la cama debajo de él era un arreglo provisional que era lo más duro en el que había dormido jamás. Sentía dolor en cada parte de su cuerpo, pero eso era lo menos de sus problemas.