Permaneciendo en la Corte Invernal

—¿Qué te trae por aquí, hermano? —dijo Eli, dándole la espalda a André mientras se giraba. Creía que podía conseguir actuar como Aldric con éxito, siempre que mantuviera un comportamiento frío e inemocional. Sin embargo, debía tener cuidado de no traicionar ninguna señal de su verdadera identidad. Por eso se giró, evitando que su hermano leyera algo en su expresión que pudiera delatarlo.

—Escuché de muchas de tus hazañas en la Corte Invernal en mi camino y pensé, al fin, que habías cambiado para bien, pero parece que al final siempre serás un gran actor, ¿o me equivoco aquí, hermano? —dijo André con una mezcla de decepción y amargura en su tono.

—Si viniste todo el camino hasta aquí para hablar en acertijos, hermano, entonces me temo que tu visita fue en vano... —Eli hizo una pausa y luego agregó—. Sin embargo, mencionaste que traías regalos para Islinda, ¿a qué te refieres exactamente con eso?

—André bufó—. Oh, ¿ahora te interesa Islinda?