Zheyun

—Las lámparas en el Pabellón Tianlu ardieron toda la noche —comentó el Eunuco Jefe Cao, que se encontraba en la entrada, saludando a los oficiales de la corte que llegaban poco a poco y acompañándolos para que pudieran reunirse con el emperador.

—Liu Yao se mantenía firme en su escritorio con Yan Zheyun moliendo tinta a su lado —recordó con nostalgia. Como en los viejos tiempos, excepto que el resplandeciente conjunto de ropas que llevaba puesto se desplegaba sobre el suelo mostrando los intrincados motivos de fénix cosidos en él.