Celos

APARTAMENTO DE RICCIARDO

—¿Entonces a dónde vamos? —preguntó Jax por enésima vez.

—Lo verás cuando lleguemos —respondió Ricciardo mientras se concentraba en conducir el coche.

—Pero, Ricci dime —se quejó Jax.

—Si tan solo tuvieras un poco de paciencia, pronto estaremos allí y tus preguntas acabarán —respondió Ricciardo.

—¿Vamos a la casa de la manada? Pero estamos vestidos demasiado —analizó Jax.

Ricciardo se rió mientras lo observaba intentando adivinar a dónde se dirigían. Diosa arriba, amaba a este hombre con todo su ser.

—Pronto estaremos allí amor y puedes dejar de pensar en eso ahora —le dijo Ricciardo.

Jax se hundió en su asiento luciendo derrotado. Ricciardo decidió distraerlo.

—Entonces, ¿cómo van las cosas entre tú y tu hijo? —preguntó.

Jax se animó inmediatamente al pensar en su pequeño.

—Es el niño más adorable del mundo entero, me adora completamente y yo lo adoro mucho, lo voy a extrañar tanto —divagó Jax.

Ricciardo sonrió, tal como pensó.