¿Puedo abrazarte?

Constanza se mantuvo callada y no dijo nada.

—Entonces, ¿qué será? ¿Debo traer a Evena? —preguntó Ava a Constanza.

Constanza sabía que el engaño había terminado. Ava sabía que Killian era un fugitivo, pero ¿sabía toda la historia, sabía que él era su hermano?

—Sabías quién era incluso antes de que yo llegara, ¿verdad? —le preguntó a Ava.

—En cuanto ustedes dos entraron en la manada, los centinelas me informaron, conseguí a Helena y los seguimos discretamente...

—¿Por qué no lo arrestaste inmediatamente?

—No quería ser precipitada, fui precipitada en el pasado y me afectó mucho. Quería observar. Además, no sabía si estabas siendo rehén.

—¿Por qué alguien pensaría eso? Killian es mi pareja, no me tiene secuestrada —dijo Constanza con exasperación.

—Como dije, no podemos estar demasiado seguros. ¿Sabes que es un prisionero de Salvatore que escapó? ¿Te lo dijo él? —preguntó Ava a Constanza.

—Lo hizo.

—¿Y todavía eliges estar con él? Sé que es tu pareja pero es peligroso.