—Prometo —respondió Malcolm sin dudarlo—. Déjame hablar con Padre. Estoy seguro de que esto es solo un gran malentendido, y podemos llegar a un acuerdo.
Incluso mientras Malcolm decía esas palabras, todavía tenía dificultades para mantenerse al día con lo que estaba sucediendo. Sin embargo, no le costaba creerlo ni un poco.
Esta era la persona que no pensaba dos veces antes de casar a Mauve con un vampiro—la razón por la cual tienen que vivir aterrorizados tanto tiempo como él pueda recordar.
No obstante, él podía entender por qué ella no debería regresar a las Regiones Vampíricas, pero este era su Padre del que estaban hablando, y él no la estaba deteniendo de irse por su propio bien.
Él quería hacer varias preguntas sobre por qué ella quería regresar, pero podía ver que ahora no era el momento.
Ella seguía muy conmocionada por lo que su Padre le había dicho, y en este momento, él solo quería confortarla lo mejor que pudiera.