434. Perfecto en Ti

—Mauve no podía respirar pero no le importaba. Lo único que valía la pena era el dulce y ligeramente amargo sabor en los labios de Jael.

—Podía saborear ligeramente la cerveza en sus labios junto con su sabor habitual. Empujó su lengua en su boca, quería saciar su sed.

—Su mano rodeó su pecho por fuera del vestido y Mauve sabía que no era suficiente.

—Quería su piel presionada contra ella, quería sentirlo entre sus piernas. Debía estar bajo el efecto de algo porque la urgencia que sentía era única.

—Sintió cómo movía la mano y él tiró de su vestido. Los ojos de Mauve se abrieron de inmediato. Estaba embelesada pero aún no estaba tan perdida.

—No iba a permitir que Jael destruyera este bonito vestido en un momento de lujuria —dijo Mauve—. A Mill no le gustaría. Además, arruinar sus vestidos era un hábito que él necesitaba romper.