464. Clímax

—Bésame.

Mauve parpadeó ante sus palabras, sus ojos se dirigieron hacia sus labios. El familiar tono ronco que usualmente indicaba su excitación, la atraía.

Ella levantó la mirada para encontrarse con sus ojos y Mauve se sintió ahogarse en ellos. Alzó los brazos y los enroscó alrededor de su cuello. Lo atrajo hacia sí y presionó sus labios contra los de él.

Ella atrapó su labio inferior entre los suyos y lentamente lo chupó, profundizando el beso hasta que no quedó espacio para que el aire entrara en sus pulmones.

Ella empujó su lengua en su boca y Jael presionó su cuerpo contra el de ella. Ella se apartó, sin perderse la decepción en sus ojos.

—No puedes besarme así y luego terminar tan abruptamente.

—Sí puedo —dijo ella, volviendo su rostro lejos de él mientras él intentaba darle otro beso—. Dijiste que te besara y eso fue lo que hice.

Girar su cabeza hacia un lado expuso su cuello a él y Jael no perdió tiempo en provocarla con su lengua.