—Lo siento —dijo Mauve—. No quería que sonara así.
Luis parecía tan sorprendido que habrías pensado que ella lo insultó en lugar de disculparse. Su frente se fruncía mientras sus ojos se agrandaban. Su boca se abrió y por unos segundos, parecía que él no sabía qué quería decir.
—¿Qué estás haciendo? ¿De qué se trata esto? —finalmente dijo después de que pasaran unos minutos.
—¿Mi disculpa? Lo siento por haber respondido de mal modo. Ella no tiene que cambiar el vestido si no quiere.
—Te escuché la primera vez —dijo él, volviendo su atención a su comida.
La mesa se quedó realmente tranquila y Mauve se dio cuenta de que había empeorado la situación en lugar de mejorarla, pero disculparse le había parecido el camino correcto a seguir. Mantuvo su mirada pegada a su comida y por el resto de la comida, apenas levantó la cabeza. Fue un poco incómodo, pero al cerrar todo fuera, podía pretender que no había pasado nada.