585. Sin fin

Jael meció a Mauve mientras la sostenía en sus brazos. Ella tenía su cabeza en su pecho y gotas de sudor se agrupaban alrededor de su frente. Ella no parecía tener ninguna fuerza mientras Jael la mantenía cerca de sí mismo.

Mauve se sentía adolorida tanto interna como externamente. Acababa de pasar los últimos minutos vomitando todo lo que había comido hoy.

Por no mencionar que tuvo que lavarse la pomada poco después de que Mill la aplicara ya que la hacía sentir muy acalorada.

Supuso que estaba mejorando pero ahora solo se sentía más enferma que nunca. Era un ciclo vicioso que no podía esperar a ver terminar. Era molesto sentir que nunca acabaría.

—Me siento enferma —murmuró al borde de las lágrimas.

—Lo sé —respondió Jael. Su voz era pesada. —Desearía de verdad que hubiéramos podido descubrir qué te pasa y tratarlo adecuadamente. Odio verte pasar por esto.