—¿Qué quieres decir? —preguntó Mauve.
—La mayoría de la gente huye de cosas extrañas —respondió él.
—¿Extraño?! —Sus cejas se fruncieron—. Es magia —articuló con las manos—. Cualquiera querría saber más sobre ella.
Ella respiró profundamente, molesta porque Luis le daba una mirada divertida en lugar de responder.
—Me alegra que lo veas de manera positiva. Me preocupaba que fuera una mala idea involucrarte en esto.
—Tengo tantas preguntas, pero estoy seguro de que no responderás ninguna.
—No seas tan crítica. Nunca se sabe.
—¿Me enseñarías más sobre la magia y lo que sabes sobre ella?
Luis se enderezó, su espalda inmóvil. —Solo lo hice por curiosidad. Por si no te diste cuenta, soy una persona muy curiosa.
—No creo que la palabra que usaría sea curioso —dijo ella, rodando los ojos hacia él.
—Sin embargo —él articuló—. No tengo intención de continuar con esto.