Mauve asintió mientras miraba el rostro de Jael. Era difícil saber si había dicho algo que no debía.
—¿Él te habló de eso?
—Bueno, solo las circunstancias que rodeaban sus muertes. Dijo que no podía recordar los detalles —respondió ella.
—Ya veo —dijo Jael y se echó hacia atrás.
Mauve frunció el ceño un poco. No sabía qué reacción esperaba de él, pero no era esta. Quería revelar más pero sabía que sería una mala idea.
—¿Sabías acerca de ello? —preguntó ella.
—Sí —dijo él—. Solo que nunca escuché nada sobre sus muertes de él.
—Oh —Mauve no sabía cómo responder a esto. Ciertamente explicaba por qué Luis se fue rápido en cuanto Jael entró.
—¿Recuerdas algo al respecto? —preguntó ella.
—Claramente —respondió él—. Era un desastre sollozante cuando Madre lo trajo a casa. No comía durante días, y tuve que literalmente arrastrarlo fuera de su habitación para que finalmente empezara a comer otra vez. Fue un período bastante triste en la casa.