712. El Mejor Lugar

Para cuando la reunión terminó, Mauve se sentía entumecida por completo, y le tomó mucho esfuerzo caminar.

—¿Quieres que te lleve? —Jael ofreció mientras la guiaba hacia la salida.

Mauve sacudió lentamente la cabeza. —No, gracias —respondió con una sonrisa cansada.

No quería arruinar su muestra de fortaleza. Tener a los señores observándola mientras Jael la llevaba fuera del comedor sería totalmente lo contrario a eso.

—Parece que estás a punto de caer —respondió Jael, pero no estaba bromeando. Era bastante serio. Sabía exactamente por lo que ella había pasado en las últimas veinticuatro horas y quería aliviarlo un poco.

—Estoy segura de que puedo llegar a mi habitación antes de que eso suceda, pero ya que insistes —murmuró—, me apoyaré un poco más en ti.