718. Dolor de Cabeza Cegador

Mauve despertó con una jaqueca cegadora. Trató de mantenerla oculta y actuar como si nada estuviera mal, pero Jael pudo notarlo de inmediato. Con su fachada en alto, Mauve agarró su cabeza y la enterró debajo de la almohada.

—¿Qué pasa? —preguntó un Jael en pánico.

—Una jaqueca —respondió Mauve—. Jael, duele tanto. Ella estaba prácticamente al borde de las lágrimas.

Jael juró y se levantó de la cama. Regresó momentos después y la reunió en sus brazos.

—Ya envié por Kieran, debería estar aquí en cualquier momento.

Mauve asintió, todavía agarrando su cabeza. Dolía moverse, dolía pensar, todo lo que podía hacer era quedarse quieta mientras esperaba. Como si Jael entendiera sin que ella tuviera que explicar, él se quedó tan quieto como fuera posible con ella en sus brazos.

—Mauve —llamó Jael, pero ella ni siquiera pudo responder. Requeriría esfuerzo y energía hacer eso, y ella no tenía ni uno ni otro.