En ascuas

Originalmente Lin Jing estaba en ascuas, no sabía si Su Wan lo había perdonado. Sabía que si ella todavía estaba enojada con él, lo habría mostrado abiertamente en lugar de seguirle el juego. Ahora que sabía que ella estaba bien con que él la tocara, se volvió más y más audaz mientras jugaba con la lengua. Torciendo sus dedos en su boca, seguía provocando esa lengua sinuosa de ella, múltiples hilos de saliva caían desde la esquina de su boca, mientras que leves ondulaciones comenzaban a aparecer en los ojos de Su Wan.

Lin Jing se dio cuenta de que lo que estaba haciendo con ella estaba funcionando muy bien.

—Ah Jing —murmuró Su Wan al liberar sus dedos de su boca, mordisqueando ligeramente sus puntas de manera juguetona.

Lin Jing acariciaba su suave piel y con una voz que llevaba su incertidumbre y un poco de hesitación habló —Wan Wan...