Contenido para adultos por delante, si eres menor de 18 años, pasa de largo.
Lin Jing retiró sus dedos de ella, chupándolos sin apartar su mirada de ella. El dulce y rico sabor de Su Wan estalló en su boca haciendo que su garganta se sintiera reseca, quería saborearla más. Y tenía la completa intención de saborearla aún más, quitándose la túnica de su cuerpo la extendió en el suelo de la cueva y dijo:
—Vamos Wan Wan, acuéstate en ella.
Su Wan no necesitaba que él se lo dijera, por dentro le dolía tanto que ya no podía pensar con claridad, se agachó a cuatro patas ofreciendo a Lin Jing una maravillosa vista de su trasero mientras gateaba sobre la túnica y se acostaba.