[Capítulo extra] no hagas esto

—Iré más rápido cuando tu cuerpo esté listo para ir más rápido —dijo Lin Jing mientras se contenía dolorosamente, sin embargo, aquella pequeña pícara, apretó sus músculos alrededor de su virilidad y empujó su trasero con fuerza contra él para contrarrestar su embestida. Lin Jing se quedó quieto antes de inmovilizarla en el suelo, presionando su cintura; agarró sus caderas y hundió sus dedos con fuerza mientras acariciaba su trasero—. No hagas esto, Wan Wan —advirtió—. Te harás daño, deja que tu cuerpo se acostumbre primero.

Su Wan sonrió con desdén en lugar de escucharlo, apretó deliberadamente sus músculos alrededor de su polla, sonriendo al escucharlo gemir de tortura. Conocía su cuerpo mejor que él, aunque una vez fue débil y desnutrido, ahora estaba realmente saludable. Si no podía soportar al menos este dolor, ¿cómo se atrevería a acostarse con sus cinco esposos?