La vida de Lin Yan siempre ha girado en torno a su familia, nunca había pensado en dejar su familia, pero luego su abuela codiciosa lo envió a la familia Fu. Lo enviaron con tanta prisa que Lin Yan ni siquiera tuvo tiempo de empacar su ropa, no es que tuviera tiempo de empacar sus cosas cuando huyó de esa casa. Y actualmente, acostado en su cama, Lin Yan quería llorar, llorar hasta que no pudiera llorar más. Había pasado años suprimiendo esos recuerdos, ese dolor que atravesó y todo el dolor variado que tenía en su corazón ahora estallaba a través de su corazón. Una vez lo dejó todo atrás, pero ahora su pasado lo alcanzaba.