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Cuando las Pruebas de Unidad comenzaron y a Neve se le otorgó un sistema junto con el resto de la humanidad, ella sinceramente esperaba ser una de las primeras en morir.
La muerte le esquivaba, sin embargo, así que, hasta que llegara su momento, se conformó a regañadientes con el papel de sanadora. Un día, ella y un grupo de jugadores se aventuraron al reino del Desafío Final, una extraña mazmorra de otro mundo que otorgaría a la humanidad un período de descanso de diez años si la completaban. Pero, aunque la muerte la esquivó a ella, encontró a todos sus aliados.
Ahora, sin nadie en quien confiar y con un ardiente deseo de venganza, Neve debe volverse más fuerte si espera vengarlos.
¿Cómo puede hacerlo, sin embargo, cuando solo es una sanadora?
¡Una historia de aventuras GL de supervivencia!

La Sanadora Solitaria

Erin empujó las puertas para abrirlas.


Aphria esperaba al lado, con su espalda contra la pared y su cabeza agachada. Sus ojos seguían a Neve desde el costado mientras seguía a la Lamia entrando.


El Salón de los Milagros era tan grandioso como el resto de la ciudad, con paredes doradas, un suelo alfombrado y muchas estatuas dispuestas en filas paralelas, formando un camino improvisado que llevaba a lo más profundo del interior.


Hacía frío aquí. Tanto que Neve se abrazó a sí misma por un rato antes de que sus ojos cayeran sobre los enemigos más adelante.


Dos oponentes. Una era una mujer que llevaba una lanza y un escudo, el otro era un hombre que no llevaba nada en absoluto.


«Supongo que el tipo es un mago?», pensó Neve colocando sus armas delante de ella.


A lo lejos, pudo ver vagamente las siluetas de más ángeles, lo cual confirmó sus sospechas.


La Luz del Sanador, Parte Quince