Una vez que regresemos a casa

Desde que Fernando había sido tan honesto, Arabella respondió a su vez.

—Gracias por reflexionar sobre tus acciones pasadas. En verdad me sentí muy herida entonces cuando me separé dolorosamente del hombre que una vez amé. Tuve que casarme contigo de repente cuando, por lo que sé, nunca te había conocido antes. Pero todo eso ya es pasado. He dejado atrás a mi antiguo amante, así que también te he perdonado. Espero que podamos hacer que este matrimonio funcione bien en su lugar. Espero con ansias nuestro futuro juntos —se inclinó y besó la frente de su esposo.

Arabella aceptó su disculpa por la yo del pasado, que fue profundamente herida por las acciones de Fernando.

Les tomó toda una vida y ahora, en su segunda vida, ella pudo escuchar estas palabras de él.

Esta disculpa significó mucho para Arabella.

Su alma finalmente pudo dejar ir verdaderamente los malos sentimientos que alguna vez tuvo; causados por cómo se casaron, incluyendo el dolor que una vez provocó.