Alwin’s Wonder Tea

—¡No me toques! Ya ni siquiera digas mi nombre. Volvamos a tratarnos de manera formal —dijo Arabella con enojo mientras sus lágrimas comenzaban a caer aunque intentó con todas sus fuerzas detenerlas.

Intentó liberarse del abrazo de Fernando pero no pudo, así que terminó llorando allí mismo.

—No, eso no es lo que quiero —Fernando giró y la sostuvo contra su pecho.

Terminó llorando en sus brazos cuando él era la razón por la que se sentía tan mal.

—Te odio —dijo Arabella amargamente.

Se sentía tan mal que quería que él supiera cuán enojada estaba.

Anteriormente pensó que simplemente aceptaría su castigo, pero no pudo.

Después de todo, no quería que él tuviera una concubina.

—No, por favor no. Prefiero que me abofetees —Fernando ofreció su rostro pero ella ni siquiera tenía la energía para eso, así que simplemente continuó llorando.

—¿Por qué estoy llorando tanto? Dije que debería tomar esto con calma y elegancia —pensó Arabella.