Satisfaciendo al Otro

—Se lamió los labios mientras miraba mi pene. ¿Cómo más podría interpretarlo? A este paso, podría sumergirme profundamente en ella. Haahh… Estoy enloqueciendo.

—Oh, ¿lo hice? —Arabella se sonrojó cuando se dio cuenta de que había dejado ver su deseo lascivo en su rostro y acciones.

—Solo anticipar lo que ella quería hacer y lo que estaba pensando estaba haciendo que Fernando se excitara mucho, así que valió la pena.

—Intentó concentrarse en darle placer para distraerse.

—Arabella no quería perder así que comenzó a acariciarlo. Y simplemente amaba el gemido que salía de su garganta.

—Sus ojos también brillaban. Siempre parecía tan feliz y conflictuado al mismo tiempo cada vez que ella hacía esto.

—Sus manos se sienten tan bien cada vez. Pero hoy lo siento más. Son tiernas y suaves. —Fernando tragó al ver sus manos acariciando su hombría.