Pasaron los años y Fernando finalmente llegó a dominar la escritura y lectura del lenguaje humano. Sin embargo, decidió seguir viviendo con Ara para observar el estilo de vida humano.
Así, Arabella tuvo que seguir observando cómo los dos coqueteaban el uno con el otro. Fernando parecía inocente y despistado, aunque coqueteaba con Ara.
Mientras tanto, Ara interpretó la decisión de Fernando como su manera de decir que también él no quería separarse de ella tal como ella.
Arabella notó que los sentimientos de la ninfa del río se profundizaban más y más a medida que pasaban los años. También le molestaba un poco cuando la ninfa comenzó a comportarse como si fuera la esposa de Fernando porque vivían juntos.