Puedo sentir tu dolor

Hacerlo con Fernando vigorosamente ayudó a mantener su mente alejada de los recuerdos y le aseguró que en esta vida, ella era amada y deseada por él.

—¿Qué tipo de recuerdo viste la otra noche? —preguntó Fernando. Se dio cuenta de que ella no quería dormir por esos recuerdos.

—Nada importante. Solo lo de siempre —Arabella medio mintió. Era, de hecho, como los recuerdos anteriores que le había contado. Pero no era 'nada importante'.

«Ella está mintiendo otra vez.»

—Arabella, si te está haciendo no querer dormir, debe haber sido terrible. Por favor, cuéntame de ello —Fernando se levantó y también se puso una bata.

—Acordaste esperar hasta que deje de tener esas pesadillas —le recordó ella.

«¿Pesadillas? Debe haber sido todo sobre recuerdos tristes otra vez.»

«No debería haberme referido a ellos como pesadillas.»

¿Pero qué más podrían ser? Ella prefería que solo fueran pesadillas y no tuvieran verdad en ellas.