Sueño inquieto

Los ojos de Cazador se abrieron de golpe al sonido de golpes en su puerta. Saliéndose de un sueño inquieto, se tambaleó hacia la fuente del alboroto. El golpeteo continuaba, haciéndose más fuerte y urgente con cada segundo que pasaba. Frotándose el sueño de los ojos, finalmente abrió la puerta para encontrar a Tiffany y Ryan allí, con los rostros marcados por la preocupación.

—¿Tiffany? ¿Ryan? —murmuró Cazador, su voz aún cargada de sueño—. ¿Qué está pasando?

Tiffany se adelantó, con los ojos escudriñando la habitación como si esperara que alguien saltara sobre ella. —Cazador, Alyssa se ha ido —dijo ella, su voz teñida de pánico.

El corazón de Cazador latió fuerte en su pecho mientras las palabras de ella calaban. No podía creer lo que estaba escuchando. Alyssa, su amiga más cercana, no podía haber simplemente desaparecido. Seguramente tenía que haber algún tipo de error.