Un villano

Jiang Fenhua regresó a casa con las cajas de fresas que Yu Dong le había regalado, su estado de ánimo no era tan complicado como el de Yu Dong. De hecho, se sintió bastante aliviado después de encontrarse con Yu Dong, sabía que Yu Dong aún no confiaba completamente en él, pero estaba dispuesta a darle refugio porque lo encontraba un poco patético. Si este fuera su yo pasado, habría peleado con cualquiera que lo mirara con lástima porque odiaba esa mirada más que nada, porque sabía que no era más que la hipocresía de los demás desbordando de sus ojos, ellos no querían ayudarlo, ¿entonces qué necesidad había de mirarlo así?

Pero la compasión de Yu Dong la iba a aceptar porque ella era la única que estaba dispuesta a creer que aún quedaba algo bueno en él y eso era todo lo que necesitaba en ese momento, siempre y cuando diera a luz a este hijo, podría dejar esta casa de una vez por todas.